La Transición Democrática

El 11 de marzo de 1990, el general Augusto Pinochet Ugarte hizo entrega oficial del mando al presidente electo Patricio Aylwin, continuando él en la Comandancia en Jefe del Ejército.

Se inició así un proceso diferente: el tiempo de la “transición” y de la “democracia protegida”. Lo cierto es que en este periodo, y en virtud de las leyes de amarre dejadas por la Dictadura a través de la Constitución de 1980, es cuando se consolidó el sistema neoliberal como modelo económico del país. Paradójicamente, el marco legal que le otorgó la democracia lo validó, permitiendo que funcionara ya sin cuestionamientos de orden ético.

En otro ámbito, el de la justicia civil, si bien la Comisión Verdad y Reconciliación entregó un informe (Informe Rettig) sobre 2.296 casos calificados de asesinatos por parte del régimen militar, La Ley de Amnistía, aplicada a todos aquéllos que infringieron los derechos humanos antes de 1978, propició que luego de la investigación se conociese a los autores y sus delitos específicos, pero que no se pudiera hacer nada contra ellos, debido a la impunidad que los amparaba. Las Fuerzas Armadas gozaban de autonomía y poder aun dentro del gobierno democrático, gravitando activamente sobre la realidad nacional. El nuevo gobierno no se atrevía a emprender acciones en contra de los militares, pues temía otro levantamiento armado. Ejemplo del poder que detentaban aún en democracia fueron los llamados Ejercicios de Enlace[1] (1990) y el Boinazo[2] (1993).

Si bien el mandato de Aylwin tuvo logros relevantes tales como el crecimiento económico, la creación de la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (CONADI) y la disminución de la pobreza, no se encuentró ninguna solución digna y definitiva a los casos relacionados con Derechos Humanos.

Ya en 1993 se realizaron las segundas elecciones presidenciales después del retorno a la democracia. El presidente electo fue también Demócrata Cristiano y representante de la coalición de Concertación de Partidos por la Democracia. Eduardo Frei Ruiz-Tagle ascendió al mando con la más alta votación histórica, 57,9% de los votos, asumiendo el cargo en marzo de 1994.

Su gobierno se caracterizó por el énfasis en las relaciones internacionales en el ámbito económico, lo que más tarde tendría como resultado la incorporación de Chile a distintos Tratados de Libre Comercio. Otro de los puntos destacados dentro de su mandato fue el inicio en la Reforma Procesal Penal y el crecimiento económico de un 8%.

Es durante la gestión Frei que Pinochet terminó el periodo de ocho años pactados en la Comandancia en Jefe del Ejército y asumió como Senador Vitalicio en marzo de 1998. Su paso del Ejército al Senado de la República se realizó en medio de una gran cobertura de prensa y actos de oposición, incluso por parte de parlamentarios. Resultaba evidente que a pesar de la recuperada democracia, la figura del dictador se perpetuaba en la vida nacional republicana.

Inesperadamente, en octubre de 1998, en medio de un viaje personal que Pinochet realizaba a Londres, fue detenido tras aceptarse la orden internacional de arresto presentada en ese país, por el juez español Baltasar Garzón. Ante el hecho, en Chile se dividieron las opiniones. Para el gobierno fue un bochorno internacional, pues Pinochet debería haber sido juzgado en su país. Otros grupos políticos de izquierda, entre ellos el PS y el PPD, declararon su apoyo al arresto. Asimismo, una parte de la población nacional, tanto de izquierda como de derecha, apoyó las medidas del gobierno para lograr la extradición de Pinochet, mientras otros se esperanzaban con la justicia de un posible juicio, aunque fuese en el extranjero.

El proceso tuvo variadas instancias, en las que el general Pinochet debió presentarse ante la Cámara de los Lores y permanecer con arresto domiciliario. Finalmente, un informe médico logró, por razones humanitarias, su regreso al país. Fue liberado el 2 de marzo de 2000, tras casi un año y medio de permanencia en Londres. A su llegada al aeropuerto de Santiago, y a pesar de la supuesta invalidez que propició su libertad, se levantó de su silla de ruedas y caminó triunfante.

Tras su regreso, no prosperó ninguna de las iniciativas para juzgarlo en Chile. Sin embargo, tras la detención en Londres, las Fuerzas Armadas vieron debilitada su postura y debieron enfrentar la problemática de los Derechos Humanos. Se convocó a una Mesa de Diálogo entre la entidad militar y el mundo civil en Agosto de 1999, cuyo propósito era buscar un consenso frente a los casos pendientes de violaciones a los Derechos Humanos. Estaba constituida por representantes civiles, miembros de las Fuerzas Armadas, abogados por los Derechos Humanos e integrantes de la iglesia. Como resultado de su funcionamiento se reveló la ubicación de algunos cadáveres de detenidos desaparecidos y se generó, tras las presiones del mundo civil, un comunicado común en el cual se reforzaba el valor de la democracia y la importancia del respeto a los derechos fundamentales de los habitantes de la nación.

Pese a lo anterior, durante los diez años de ejercicio democrático se había forjado una sensación de escepticismo en la población, respecto de la igualdad y justicia social que se había podido alcanzar en la gestión de la Concertación de Partidos por la Democracia. Esta desradicalización política favoreció, en consecuencia, al candidato de oposición en las elecciones presidenciales siguientes, teniendo un alza sustantiva en las votaciones de diciembre de 1999. A pesar del triunfo final del representante de la Concertación, Ricardo Lagos Escobar (PS) con un 51,31% de apoyo, El Candidato de la Derecha, considerado un discípulo de Pinochet, obtuvo un 48,69%, marcando un reposicionamiento de la dictadura en el marco político.

[1]Ocurrida el 19 de Diciembre de 1990, consistió en el acuartelamiento del ejército, como una expresión de rechazo de este ante la eventual petición de renuncia a Pinochet por parte del ministro de defensa, Patricio Rojas.

[2]Ocurrida el 23 de Mayo de 1993. consistió en un reforzamiento de la guardia del edificio de las Fuerzas Armadas por parte de un grupo especial de comandos, realizado durante una reunión de del cuerpo de generales que se prolongo por ocho horas.