El Teatro Universitario de Valparaíso fue una compañía formada a comienzos de 1967 de la unión de ATEVA con el Teatro del Instituto Pedagógico. Nació de la necesidad de coordinar esfuerzos en la producción de teatro de calidad, logrando a través de su creación una protección más formal por parte de la Universidad de Chile. Fue de corta duración, pues al crearse en 1969 La Carrera de Teatro, se transforma automáticamente en el Elenco de Teatro de la Universidad de Chile, Valparaíso.
Conjunto de teatro del Instituto Chileno-Norteamericano
Una de las instituciones que, a través del tiempo, apoyó el desarrollo del teatro local, fue el Instituto Chileno Norteamericano. Su estrategia consistió en impulsar diversas acciones ligadas a teatro, las cuales se desarrollaron casi por treinta años. Si bien su incentivo al teatro fue constante, las acciones fueron diversas en el tiempo, manteniendo una compañía intermitente, mientras, paralelamente, se dictaban charlas sobre arte dramático (entre las que destacan las de Sergio Vodanovic en 1957 y las de Gabriela Roepke en 1965 y 1966), talleres de formación actoral en el cual se preparaban los miembros de la compañía y la programación de una pequeña sala de teatro, dentro de su edificio ubicado en Esmeralda N° 1069.
Es en el año 1954 cuando se registra por primera vez el intento de crear una compañía del Instituto, bajo la dirección de Margaritha Flemming y Mario Ferreyra, quienes posteriormente siguen con su propia agrupación.
Originalmente, el Chileno Norteamericano aspiraba a mantener un grupo teatral bilingüe, primando finalmente obras habladas solamente en castellano. Finalmente, la compañía se concreta bajo el nombre de Club de Teatro en 1962, asociada a cursos de formación actoral. La labor la desarrollaba Elsa Croxatto, quien asumió luego de haber abandonado el mismo cargo en la compañía IPA. Desde esa fecha hasta 1964 se realizaron actividades permanentes, momento en que al partir Croxatto becada a Madrid, se perdió nuevamente la continuidad.
Durante los años 1964 a 1975 dirigieron esporádicamente la compañía distintos artistas, destacando Sergio González, con el grupo infantil Los Grillos Sordos entre los años 1965 a 1969; Martín Rodríguez, quien condujo una Academia Teatral perteneciente al Instituto con la cual realizó pequeños montajes entre 1970 y 1972 y Miguel Ángel Herrera quien realizó actividades durante 1973 y 1974. En 1976, tras su regreso al país, retomó su trabajo de dirección Elsa Croxatto, realizándolo hasta 1978, última fecha en la que el Instituto tuvo una compañía teatral.
A pesar de no seguir adelante con el trabajo de creación artística, esta entidad binacional siguió contribuyendo al desarrollo dramático al amparar en su sala, por decisión de Guy Burton (Director del periodo), a compañías teatrales emergentes que no contaban con apoyo alguno durante la dictadura militar, como lo fue el caso del Farol desde el año 1978.
Compañía del Instituto de Previsión y Asistencia Social, IPA.
En 1955 el Instituto de Previsión de Empleados creó una Sala de Teatro con capacidad para 160 personas en la calle Condell N° 1349 y, en el año 1957, fundó su propia Compañía.
Contaban como apoyo, por parte de la Institución Previsional, con el lugar de ensayo y el uso gratuito del teatro. Estuvo dirigida por Elsa Croxatto hasta julio de 1960, quien también ejercía como actriz. Montaban obras los fines de semana y presentaban un repertorio que mezclaba tanto melodramas como grandes clásicos de la literatura universal.
Tras la dirección de Croxatto se hizo cargo por un breve periodo Emilio Dufour, profesor francés del Teatro Experimental de la Universidad de Chile, hasta que en 1962 tomó la dirección Hernán Salas, quien había sido miembro del elenco desde su fundación. La compañía funcionó en forma intermitente bajo la dirección de Salas hasta 1976, momento en el que asumió el rol Diego Moya, quien también se había formado como actor dentro de la agrupación, y la condujo hasta 1980.
La sala en que funcionaba fue refaccionada en variadas ocasiones, ya sea porque se había incendiado, como por el interés del Instituto de modernizar las instalaciones.
El elenco del IPA fue uno de los que se mantuvo durante décadas, hasta que en los años 80 desapareció como compañía propia. Los actores se profesionalizaban en el oficio mismo y a través de cursos que dictaba el propio Instituto en una suerte de escuela creada en 1960, que funcionó intermitentemente. Las entradas recaudadas cubrían los gastos del montaje.
Su mayor esplendor correspondió al periodo dirigido por Elsa Croxatto, alcanzando un desarrollo tal que dio funciones en Santiago, realizando también giras por Buenos Aires y Montevideo.
La sala siguió en uso hasta febrero de 2012, momento en que se quemó, pero ya hacía más de 20 años que no tenía producción propia bajo el nombre del Instituto, sino que se alojaba en ella la escuela Teatro Anónimo y la compañía de teatro aficionado Ilución (sic).
Conjunto dramático de la Universidad Técnica Federico Santa María
Esta compañía estaba constituida por alumnos de la Universidad, dirigidos por un profesor que le interesara el arte dramático. Con el tiempo, fue pasando de ser sólo un grupo integrado por alumnos que realizaban una actividad extra programática, a ser un conjunto que lo constituían actores locales y miembros que continuaban montando obras aún después de haber terminado su formación universitaria. Utilizaban el aula Magna de la propia Institución para mostrar sus trabajos.
Su funcionamiento fue siempre intermitente, teniendo su periodo de mayor continuidad entre los años 1969 y 1973.
Los primero trabajos son dirigidos por Nelville Flemming entre1951 y 1953, profesor de lengua inglesa experto en teatro inglés.
Posteriormente, el grupo aparece dirigido por Raúl Di Doménico, funcionario de la Institución que había estudiado teatro en los cursos Libres del Instituto Pedagógico de Valparaíso, dirigiendo nuevamente, en 1958, Nelville Flemming.
Desde 1959 en adelante comienza a gestarse un mayor desarrollo, apareciendo el Centro de Estudios Universitarios de Teatro (CEUT), del cual surgieron conocidos actores chilenos como Gloria Munchmayer. El CEUT fue dirigido por Emilio Dufour, francés radicado en Chile y profesor de la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile en Santiago y por Oscar Stuardo, miembro de ATEVA, director teatral y experto en teoría del drama, quien dictaba clases también en los Cursos Libres del Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile, Valparaíso. Ya desde 1968 el grupo tiene presentaciones regulares bajo la dirección de Oscar Stuardo, pasando a transformarse en un grupo profesional, bautizado como Teatro Del Rostro, en 1973.
Conjunto de Teatro Universitario de la Universidad Católica
La compañía de Teatro de la Universidad Católica era un elenco constituido por estudiantes que, como actividad complementaria, desarrollaba montajes con directores- profesores y, en ocasiones, participaban también en él actores del teatro profesional local. Su permanencia fue intermitente y a través del tiempo estuvo dirigido por distintos directores. Fue creado en 1945 y su periodo más productivo correspondió a la dirección de Elsa Croxatto, quien realizó la labor entre 1945-1958. Suspendió sus actividades hasta el año 1969, cuando retomaron la función distintos directores, entre ellos Óscar Stuardo, quien era una figura relevante de ATEVA y Carlos Patillo, que había sido actor del Grupo de Teatro de la Universidad Santa María. El mismo Patillo lo dirigió posteriormente, de manera esporádica, entre 1978 y 1980 Si bien no logró conformarse como una compañía estable, instaló en el tiempo el interés por el teatro dentro de los alumnos de su propio plantel
Compañía Teatral Fleming-Ferreyra
La compañía estaba constituida por Margarita Flemming y su esposo Mario Ferreyra. Montaban principalmente un repertorio de comedias europeas y norteamericanas contemporáneas. Nacieron como compañía en 1954 y, en 1956, fundaron una sala de teatro de bolsillo conocido como Teatro Electra, donde desarrollaron sus actividades hasta el año 1958. Estrenaban profusamente, llegando a mostrar nuevos montajes cada dos o tres meses, combinando el trabajo en sala con una compañía de Radio Teatro, que contribuía a la ampliación del gusto por el teatro en la población.
Además del trabajo desarrollado en la propia compañía, participaban en montajes realizados por otros elencos.
En 1958 agotaron la gestión de la sala por problemas de financiamiento y dieron fin a la experiencia.
Teatro de Extensión del Instituto Pedagógico de Valparaíso
El Instituto Pedagógico de Valparaíso, creado en 1948, era inicialmente un Instituto Privado dirigido por su dueño Oscar Guzmán Escobar, abogado y profesor de Derecho de la Universidad de Chile, sede Valparaíso. Dada su valoración del arte, ya desde sus comienzos creó con alumnos un grupo de teatro, para lo cual contrató a distintos directores a través de tiempo. En 1950 dirigió la compañía Lucía D´ambra, quien comenzó con un repertorio que combinaba teatro y música. Ya en 1955, debido a la necesidad de otorgarle un carácter más regulado y universal a la formación que allí se dictaba, el Instituto Pedagógico fue incorporado a la Universidad de Chile, sede Valparaíso.
En 1956 se creó una compañía llamada Círculo de Teatro del Instituto Pedagógico bajo la dirección Cedomil Goic,y en 1957, bajo la dirección de Mario Naudon, se formó un segundo grupo de teatro bajo el mismo nombre. Ambos estaban constituidos por estudiantes de distintas pedagogías.
Debido a la necesidad de profesionalizar más el trabajo teatral del grupo, se crearon posteriormente los Cursos Libres de Teatro que, aparte de ser una compañía, intentaba enseñar la disciplina, trayendo de charlistas a figuras del Teatro Experimental como Agustín Siré, Pedro Orthus y Jorge Lillo. Posteriormente, el grupo se transformó en el Teatro del Instituto Pedagógico (TIP), que continuó desarrollando repertorio. El año 1967 se fundió con ATEVA creando el TUV, Teatro Universitario de Valparaíso, que posteriormente se transformó, en 1969, en la Carrera de Teatro del Departamento de Arte, de la Facultad de Arte y Tecnología de la Universidad de Chile, Sede Valparaíso y en el Elenco de Teatro de la Universidad de Chile.
Asociación Teatral de Valparaíso ATEVA
La compañía Ateva nació de la reunión de distintos actores y agrupaciones interesadas en elevar el nivel del arte teatral local. Fue fundada oficialmente el 23 de febrero de 1952. Era una evolución del MOAI (Movimiento Artístico de Valparaíso), que si bien estaba preocupado en elevar la calidad de variadas ramas del arte, con el tiempo comenzó a inclinarse específicamente hacia el teatro. Prueba de ello es que el primer estreno de Ateva, dos obras cortas de Antón Chejov, fueron, a la vez, los últimos montajes del MOAI. Otras agrupaciones que se sumaron a la iniciativa de creación de Ateva fueron el teatro de Luis Altamirano del Instituto Pedagógico y, en un principio también, el Teatro de la Universidad Católica a través de Elsa Croxatto.
Nació como una Asociación constituida legalmente a través de un directorio y con estatutos específicos. Su principal impulsor fue Marcos Portnoy, de profesión abogado, pero que desarrolló toda su carrera en el área teatral. Los objetivos declarados en el momento de su fundación fueron la creación de una Escuela de Teatro, el Fomento del Teatro Chileno y Latinoamericano a través de un repertorio anual de cuatro obras (una clásica, otra contemporánea, otra latinoamericana y otra chilena) y la creación de público a través de funciones, la formación de talleres, el apoyo a festivales teatrales en liceos y charlas abiertas para lograr un ambiente teatral.
Las obras que se montaban eran seleccionadas por un comité de lectura que, tras estudio y discusión, decidía qué se trabajaba. Gracias a las traducciones que llegaban frecuentemente de obras contemporáneas, pudieron montar tempranamente textos relevantes del siglo XX. Por otra parte, dado su interés por el teatro latinoamericano, estrenaron piezas de jóvenes autores que, posteriormente, se convirtieron en figuras reconocidas, como es el caso del argentino Osvaldo Dragún, entre otros.
Esta compañía-escuela fue la base de lo que posteriormente, en el Año 1969, se convertiría en la Carrera de Teatro de la Universidad de Chile, Sede Valparaíso, desapareciendo como agrupación independiente por ese periodo.
Tras el golpe de Estado de 1973 muchos de sus integrantes partieron al exilio. Sin embargo, volvió a reagruparse bajo el nombre de ATEVA en 1986, cuando uno de sus miembros, Frieda Klimpfel, quien también había formado parte del Elenco de Teatro de la Universidad de Chile, regresó al país. Arnaldo Berríos, miembro fundador de la compañía y ex académico de la Carrera de Teatro, decidió rescatar la tradicional Agrupación Teatral de Valparaíso recuperando la trayectoria abandonada, al estrenar, con Kimpfel en el elenco, la obra No Hay Que llorar, de Roberto Cossa. Posteriormente, ATEVA continuó de manera intermitente hasta que después del año 2005 recuperó bríos, al volver a juntarse en Valparaíso la mayoría de sus miembros fundadores. Hoy en día mantiene una pequeña sala y realiza espectáculos teatrales y charlas abiertas.
Teatro de Arte de Valparaíso (Abelardo Barahona)
El teatro de Arte de Valparaíso, era una iniciativa particular de Abelardo Barahona, profesor de gramática del Instituto Pedagógico de Valparaíso y profesor de castellano del Liceo Eduardo de la Barra.
Barahona había sido compañero de Pedro de la Barra en sus años de estudiante en el Pedagógico de Santiago y, juntos, habían creado la agrupación teatral y musical conocida como La Orquesta Afónica
Al radicarse en Valparaíso continuó desarrollando su interés por el teatro, dirigiendo una compañía integrada por alumnos del Pedagógico y actores semiprofesionales. Estrenó, antes de 1950, relevantes obras del repertorio universal y contemporáneo, tales como Interior, de Maurice Maeterlinck; Antes del Desayuno, de O´neill y Don Juan Tenorio de Zorrilla. Sus espectáculos convocaban gran cantidad de público interesados en ver obras de calidad. Se lo consideraba como uno de los directores locales que podría llegar a profesionalizar el arte teatral en Valparaíso, a la manera de los Teatros Universitarios de Santiago. Si bien su labor no continuó luego de 1951 al trasladarse nuevamente a trabajar a Santiago, la semilla profesional que sembró dio importantes frutos, pues fue quien formó en el Liceo a gente como Marcos Portnoy quien, posteriormente, se convertiría en uno de los más importantes renovadores del teatro local
Ateneo Cervantes de la Comunidad Española
El grupo más relevante de la época era el del Centro Español, que contaba dentro de sus miembros con emigrantes que habían llegado a Chile en el Winnipeg, escapando del triunfo del Franquismo. Tenían un Departamento de Cultura conocido como Ateneo Cervantes, dirigido por Carlos Paniagua, que entre sus distintas actividades habían formado una agrupación teatral bautizada como conjunto de Teatro de Ensayo, que estaba bajo la responsabilidad de Carlos Jaramillo. A diferencia de los melodramas montados por el teatro de las mutuales, el ateneo mostraba también clásicos de la dramaturgia española, tales como Don Juan Tenorio, de José Zorrilla, intentando realizar distintas actividades para difundir la cultura hispana en la ciudad.