Focus

Focus fue una compañía fundada por los mismos miembros de la Compañía Caracolito, pero su producción estaba enfocada al público adulto. Fueron cobijados en la Academia Teatro Victoria, (ex sala Louis Jouvet del Instituto Chileno Francés) donde mostraban sus obras. Sus producciones fueron principalmente espectáculos, más que obras teatrales específicamente, combinando música y poesía. A Chila Navarro y Toño Suzarte, creadores de Caracolito, se agregaron para este grupo Isabel Núñez y Juan Pavin. Fue de corta duración (1984-1986), logrando, sin embargo, hacer una gira a Argentina, dando funciones en la Universidad de Cuyo.

Caracolito

La compañía Caracolito fue fundada por Antonio Suzarte y Graciela Navarro y desde sus comienzos se perfiló como un grupo de teatro infantil. Si bien al principio sólo animaba cumpleaños, rápidamente fue creciendo como proyecto llegando a ser la compañía infantil más importante de la época. Integraba títeres, canciones y teatro y funcionó regularmente entre 1983 y 1995.

Realizaba también programas de radio que servían como soporte para la promoción y difusión de sus espectáculos. El programa Buenos días Caracolito, era conducido por Toño Suzarte y se emitía los días domingos entre 9.00 y 9.30 hrs. en la Radio Viña del Mar y el programa Vamos a Jugar, Vamos a Cantar con Tolín era conducido por Graciela Navarro en la Radio Cooperativa en el mismo horario, comenzando a las 10.00 AM los espectáculos en vivo en el Aula Magna de la Escuela de Derecho o en la Sala del Cine Arte de Viña del Mar.

Caracolito tuvo una actividad permanente y una exitosa gestión económica, permitiendo que sus miembros vivieran de la profesión, llevando sus espectáculos a lugares tan distantes como Viena y La Habana

En 1988 Chila Navarro comenzó a tener una participación esporádica en la agrupación, al optar por desarrollarse más en el área de teatro para adultos. Toño Suzarte continuó a cargo del proyecto hasta el año 1995.

Roberto Nicolini

La compañía de Roberto Nicolini más que una compañía teatral propiamente tal, correspondió a una productora de eventos que, a través del teatro infantil, shows masivos y la gira de grupos de teatro comercial de Santiago, se posesionó en la región como agencia de espectáculos de divertimento. Nicolini, nacido en Quilpue, fué un temprano admirador del arte dramático y a pesar de haberse formado sólo a través del oficio, destacó por su capacidad de comunicación masiva y de producción escénica, generando una gran afluencia de público en la ciudad de Viña del Mar. Su presencia como conductor y creador del programa infantil Pipiripao, transmitido por el Canal 4 de la Universidad Católica de Valparaíso entre 1984 y 1997, sirvió como plataforma para su desarrollo, pues al convertirse en una persona mediática, la gente pagaba por verlo en sus presentaciones en vivo.

Por otra parte, si bien Nicolini no era una persona afín a la dictadura, la neutralidad política de sus producciones y su opción por obras infantiles o de humor cotidiano, lo transformó en uno de los representantes del movimiento cultural de época, recibiendo una amplia cobertura mediática y apoyo del Municipio Viñamarino para sus proyectos y producciones. Ejemplo de ello fue la cesión de una sala exclusiva y gratuita para su grupo en el Palacio de la Quinta Rioja. Posteriormente, en 1985, Nicolini abrió su propio teatro en la calle 8 Norte de Viña del Mar, reestructurando locales comerciales ubicados en el subterráneo del Edificio Torres del Sol y transformándolos en tres pequeñas salas con capacidad entre 50 y 120 butacas, llamada Las Tablas. Desde allí generó un circuito teatral con fuerte presencia de compañías santiaguinas, las que contaban con convocantes actores televisivos dentro del elenco. A pesar de ello, en 1990 debió trasladar el teatro Las Tablas a un salón del Hotel San Martín, pues el arriendo de los locales comerciales se volvió insostenible. Desde allí continuó su producción espectacular hasta que el cambio político y la integración de nuevos creadores a la región fueron desperfilando su trabajo, desapareciendo de la Región como productora de espectáculos desde 1994.

Baco

Esta compañía también estaba formada por actores que habían sido parte del elenco estable de la Compañía de Teatro de la Universidad de Chile, Sede Valparaíso. Sus integrantes estables eran Mario Candia, Miguel Ángel Herrera y Carlos Vargas. Pudieron seguir funcionando en la Universidad utilizando la Sala el Farol, la que había quedado sin programación propia tras la disolución de la Compañía Universitaria. Para ello debían presentar en forma previa los textos y el elenco de cada obra, como trámite ineludible de autorización. Tenían una visión política menos radical respecto al régimen militar e intentaron adaptarse a la nueva legalidad. Incluso gestionaron una resolución oficial del Ministerio del Trabajo, a través del Sindicato de Actores de Santiago (SIDARTE), para continuar trabajando en forma profesional A pesar de ello fue un grupo de muy corta duración, pues las condiciones se hicieron insostenibles debido a la censura a la que estaban sometidos, como condición para mantenerse amparados por la institucionalidad.

El Farol

El Farol se conformó como compañía tras el término del Elenco de Teatro de la Universidad de Chile, sede Valparaíso y funcionó entre los años 1978 a 1983.

Sus integrantes habían sido parte de dicho elenco universitario y estaba constituido por gente que se agrupaba en torno al teatro y a una visión política contraria al régimen militar.

Ensayaban en la sala que les facilitaba, gratuitamente, el Instituto Chileno Norteamericano, gracias al apoyo directo que les prestaba el director de la institución en esa época, Guy Burton.

Daban funciones en una sala del mismo Instituto, pasando luego a ocupar otros espacios, entre los que destacó por su novedad y su posibilidad de acceder a un público de mayores recursos, el Salón de Eventos del Hotel Miramar.

Esta compañía fue una de las más relevantes de esta etapa, no sólo por su prolífica producción, sino también por su constante búsqueda creativa. Durante su existencia invitó a trabajar a variados directores de Santiago con la intención de continuar la exploración de nuevos lenguajes, haciendo conocida también su labor en la capital. Destacan entre éstos el montaje Sucedió en la Caleta, dirigido por Juan Cuevas (director de Teatro Q y ligado a Teatro Imagen), primera obra de creación colectiva de la región, basada en la observación directa de la vida y trabajo de los pescadores de la Caleta el Membrillo y Portales. Significativo resultó también el estreno nacional de la obra Las Brutas, de Juan Radrigán, que fue realizado por el Farol en 1980, antes de que se volviera un afamado montaje en Santiago. De hecho, la obra fue escrita por Radrigán inspirado en una noticia real sobre el suicidio de tres hermanas en Copiapó, gracias al apoyo e incentivo de la misma compañía, con quien mantenía una estrecha relación en esos años. Sus miembros estables eran Graciela Navarro, Isabel Núñez, Gloria Barrera, Sara González, María Angélica Arcos, Erika Olivares, Fernando Berríos y, durante un tiempo, Ruby Espinoza, que había sido la productora de elenco de la Universidad y que los apoyaba en la producción independiente que emprendieron.

Las Máscaras

La compañía Teatral Las Máscaras fue fundada por Vicente Barattini y su esposa, María Jamett, en el año 1976. Se formaron como actores a través del ejercicio de la profesión, estando Barattini ligado inicialmente al canto lírico, a las compañías de teatro de artesanos y, posteriormente al IPA, donde ambos co-protagonizaron diversos montajes junto a Hernán Salas. En 1973 comenzaron como compañía de teatro infantil realizando, a través del vínculo que tenía el Sindicato de Artistas (SARTTE), funciones en el Teatro del Cine Arte de Viña del Mar, lo que les permitió una estabilidad económica dada la enorme asistencia de público que asistía cada domingo. Tras el Golpe Militar y su consecuente apagón cultural, decidieron formar además de la compañía teatral infantil, un grupo de teatro de adultos que aportara al movimiento teatral local con la intención de montar obras contemporáneas. Se asociaron con gente instruida en la Carrera de Teatro de la Universidad de Chile para que los dirigiera y comenzaron a convocar actores locales, entre ellos jóvenes formados en talleres teatrales, según lo requiriera cada montaje. En un principio trabajó con ellos Manuel Gallegos, alumno de la Carrera de Teatro de la Universidad de Chile, sede Valparaíso con quien montaron La Sillas, de Ionesco, inaugurando una trayectoria que atravesó más de treinta años de producción. Posteriormente, en 1978, pasó a dirigirlos Silvio Viancos actor y profesor que había sido parte del equipo académico de la Carrera de Teatro de la Universidad de Chile. En 1988 Barattini asumió la dirección de actores de la Compañía, como una manera de conducir todo el proceso productivo de sus obras. Este grupo, que devino de lo aficionado a lo profesional, logró posesionarse entre el público local y se mantuvo realizando funciones de teatro para colegios, lo que le permitió una sustentabilidad económica en el tiempo, mucho antes de que apareciesen los fondos públicos concursables como modo de financiar los montajes de las compañías independientes. La compañía dejó de funcionar el año 2003, tras la itinerancia de Mamma Mia La Policía, cuando sintieron que financieramente ya no era una actividad rentable, que el público no lo apreciaba y que los nuevos actores no compartían la misma visión de teatro que ellos profesaban.

La Gaviota

Esta compañía fue formada por gente vinculada a la Carrera de Teatro de la Universidad de Chile en 1974 y funcionó hasta 1976. Estaba dirigida por Silvio Viancos, profesor de la Carrera, y actuaban ex alumnos de la misma.

Su surgimiento obedece a la sensación de inestabilidad respecto a la continuidad del Elenco de Teatro de la Universidad, por lo que intentaban dar impulso a iniciativas no institucionales.

Fue de corta duración, pues varios de sus miembros se trasladaron a Santiago o continuaron con iniciativas particulares, debido a lo difícil que era económicamente mantenerse de la profesión

KÖBRAMTE

Compañía formada exclusivamente por un grupo de alumnos de la Carrera de Teatro en 1974, quienes quisieron indagar en la creación lejos de la mirada de sus maestros. El extraño nombre del grupo fue pensado como un homenaje a personas que admiraban:

KÖB por Carlos Böker, profesor que había dictado talleres en la Carrera de Teatro que continuó comprometidamente ligado a ella tras el golpe.

RAM por Marcos Portnoy, Director de la Carrera que había partido al exilio en Bélgica

TE por Tello, apellido de un auxiliar de la Escuela que siempre se había mostrado solidario con los alumnos.

Funcionó, primeramente en el Instituto Chileno Norteamericano y, luego, dio también funciones en la sala El Farol de la Universidad, para luego disolverse.

Teatro Del Rostro

La Compañía Teatro Del Rostro se fundó en 1973. Estaba constituida por Oscar Stuardo en el rol de director y por alumnos de la Carrera de Teatro de la Universidad de Chile, Sede Valparaíso, como actores del elenco. Habían tomado contacto en el Departamento de Teatro, cuando Stuardo les dictaba clases de la asignatura de Actuación. La afinidad sentida entre ellos, debido a la valoración del humor y su búsqueda formal fuera del realismo, les impulsó a crear un grupo profesional innovador para la época, que funcionaba amparado por La Universidad Técnica Federico Santa María, establecimiento en el que Stuardo dirigía el taller de teatro aficionado. La Santa María, Universidad a la que representaban, les otorgaba como apoyo una sala de ensayos, algunos recursos para el montaje de sus obras y un pago mínimo como miembros del elenco. El resto de las necesidades eran resueltas a través de autogestión y por los ingresos de taquilla.

Actores del grupo eran Samuel Villarroel, Sandra Urquiza, Amanda Lorca, María Angélica Arcos, Hernán Vallejo, Manuel Gallegos, Carlos Zúñiga y Consuelo Hopzafel que venía de la Escuela de Teatro de la Universidad Austral de Chile.

Los montajes daban primero una función en el Aula Magna de la Universidad y luego hacían temporada en la Sala Louis Jouvet del Instituto Chileno Francés, en la Sala del Instituto Chileno Norteamericano y, si pasaban la censura de la institución, en el Aula Magna de la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile.

A pesar que la primera obra ensayada fue la Maña de Anne Jellicoe, tras el Golpe de Estado deciden no estrenarla, pasando a montar una pieza infantil. Durante su breve trayectoria tuvieron una profusa producción, girando por distintos lugares de Chile, llegando incluso a dar funciones en una acto oficial en la Isla de Juan Fernández.

El Grupo funcionó hasta comienzos de 1976, momento en el que Oscar Stuardo fue despedido de la Universidad por el cambio de política que produjo el golpe de Estado. En esta situación la mayoría de los miembros de la Compañía tomaron la decisión de emigrar a Santiago, donde se integraron a compañías capitalinas y desarrollaron su propia trayectoria.

Elenco de Teatro de la Universidad de Chile, Valparaíso

Esta compañía fue fundada en 1969, a la par de la creación de la Escuela de Teatro. En realidad fue una resignificación del TUV, pues éste pasó a transformarse en el elenco estable de la Universidad en el mismo momento de su creación.

Sus miembros eran profesores y alumnos de la Carrera. Los montajes eran, generalmente, dirigidos por Marcos Portnoy, invitándose en ocasiones a otros directores relevantes ligados a Teatro Experimental, tales como Pedro de la Barra, Domingo Piga, Mario Tardito, Eugenio Guzmán, entre otros.
La integración de estudiantes a esta compañía se hacía como un reconocimiento e incentivo al talento y la capacidad de trabajo demostrado y era considerado un ascenso en su formación profesional.

Trabajó en forma constante, logrando un enorme movimiento teatral, con funciones de jueves a domingo, creando el hábito de la asistencia de gran cantidad de público a montajes de calidad.

Los actores recibían un sueldo estable por parte de la Universidad, que los contrataba a través de la Escuela de Teatro por una cantidad de horas, que se podían cumplir en ayudantías y trabajando en el elenco. En el caso de los actores que se integraron después del Golpe de Estado, al no poder ser contratados por estar cerrada la planta, sus sueldos eran pagados a través de la Municipalidad mediante el Plan de Empleo Mínimo que había implementado la dictadura.

Su existencia acabó el 26 de junio de 1978, cuando se da la última función con la obra El robot Ping-Pong y es finiquitada por la propia universidad, que ya no la consideraba un aporte, en virtud del cambio de rumbo sufrido por la institución luego del golpe de Estado de 1973.